Artesculp  

Cuando decide dedicarse al oficio de esquilador, despierta su interés por la realización de dibujos en animales de labranza, fundamentalmente mulas. Después de un cierto reconocimiento por la calidad de los trabajos que era capaz de desarrollar en estos animales y con motivo de la festividad de San Isidro Labrador, el 15 de mayo de 1954 sorprende con una mula engalanada no con dibujos geométricos sino con verdaderos motivos artísticos. A continuación presenta la obra en la tercera feria Internacional del Campo de Madrid.

Después de un tiempo trabajando sobre la piel de estos animales, con la experiencia y reconocimiento obtenido, sobre todo en la Feria Internacional, siente la necesidad de seguir ahondando en esta nueva expresión artística, momento en que se inicia un largo proceso de investigación, que abarcará toda su vida. Tiene la necesidad de encontrar un soporte que le permita poder seguir avanzando; serán unas pruebas de la técnica sobre una piel curtida las que le abran una prometedora exploración.

Viejo con perro. 1969.

"Este cambio de soporte, sin duda, me mostraba grandes posibilidades. Seguía manteniendo las características primigenias de la técnica, el corte del pelo y el raspado del cuero, y solo con eso iba consiguiendo más y más matices(...)

Pero esta vez el cambio consistía en trabajar sobre una piel ya curtida lo que me permitiría más facilidad para desenvolverme por mí mismo, y la obra quedaba por fin inalterada con el paso del tiempo. Fue todo tan sorprendente que me sentía una persona diferente".

Ramón Alcolea presenta sus primeros trabajos sobre pieles curtidas, en su exposición de Artesculp de Agosto de 1962. La exposición fue un éxito y las obras han alcanzado un alto nivel de expresión artística. Su pasión por el dibujo, que le llevo a pasar entre otros destinos por la Escuela de Artes y Oficios de La Palma en Madrid, contribuye en parte a este éxito, más allá incluso de lo novedoso y sorprendente de la técnica utilizada.

La maduración de la técnica se produce a lo largo del tiempo, en sus viajes a Madrid, Barcelona o París. En uno de sus viajes a Barcelona contacta y presenta sus hallazgos a Salvador Dalí en su casa de Cadaqués, experiencias todas ellas que han enriquecido su bagaje cultural al tiempo que han llenado de calidad lo que empezó siendo una aventura personal sin límite.